Nuevo disco… y primer video de Anthony Santos

El bachatero Anthony Santos tiene dos primicias: pondrá a circular mañana martes su nueva producción musical de estudio, y en lo que resta del año grabará videos por primera vez en su carrera de 27 años como solista.

“El Mayimbe”, como le dicen por su liderazgo en la bachata, presentará el disco “La historia de mi vida”, compuesto por 19 temas en el género que lo identifica desde los años 80 cuando perteneció al grupo musical del bachatero Luis Vargas y que redefinió a partir de 1991, año en que se lanzó como solista.

“Por primera vez en la historia, Anthony va a grabar videos musicales, cosa que a mí me sorprendió cuando él me lo dijo”, adelantó Lenin Ramírez, mánager del artista en conversación con redactores de Listín Diario.

La primera grabación de un videoclip será del tema que le da título al álbum, “La historia de mi vida”, que narra en parte su sentir sobre lo que ha vivido.

“Esa canción es muy apasionada, habla mucho de él, y él entiende que eso debe tener una ilustración gráfica.

Por eso decide hacer un video. Lo que entiendo particularmente como mánager es que eso le va a dar a él un empuje, una motivación a que lo haga con otras canciones del álbum. Yo creo que sí, que va a seguir cuando vea los resultados”, comentó Ramírez.

Para la dirección del audiovisual todavía no tiene nombre. “Es el primer video del artista, debe ser un equipo, como muchos que hay aquí, con muchísima calidad, pero vamos a tratar de elegir lo mejor que se pueda”.

“El Bachatú”, como también se le conoce, acaba de cumplir 50 años (el pasado 25 de abril), la mayoría de ellos dedicados a la música.

Sus inicios se remontan a la agrupación de Luis Vargas, en la que fungía de gu¨irero, aunque es la guitarra el instrumento que con el tiempo le da el sello artístico como músico.

Sus influencias de la guitarra llegaban desde 1987 cuando el veterano Blas Durán la incorporó a su orquesta base.

Sin embargo, a partir de 1991 “El Mayimbe” redefinió el sonido de la nueva bachata, alejada además en sus letras del entonces imperante doble sentido de Blas Durán o lo delineado por Eladio Romero Santos, y acercándola más al romanticismo.

ANTES

“Voy pa´llá” detonó en aquellos primeros años de la década del 90 con fuerza volcánica sobre la sociedad dominicana que hasta entonces mantenía marginada la bachata. “Chiquitita” (Leonardo Paniagua, en 1979) y “Pena por ti” (Luis Segura, en 1982) habían dado los primeros pasos para desarroparla de esa cama de guardias y prostitutas en la que muchos la arrinconaban.

“Voy pa´llá” estaba incluida en la producción “La chupadera” de 1991, que circuló en cassette, y que marcó el inicio de una cosecha que con la de mañana cuenta 25 frutos discográficos.

En estos años también se arrumban en la memoria colectiva leyendas, anécdotas, cábalas y suposiciones. Algunas de ellas están relacionadas a que no toca determinados días de la semana o en lugares específicos.

“No, no existe nada de eso; lo que pasa es que se hacen cosas que procedan. Por ejemplo, en la capital nosotros hacemos dos actividades al año. Podríamos hacer veinte actividades al año, pero en el manejo que tiene el artista no lo consideramos prudente”, explicó Ramírez a Listín Diario.

Citó que el 20 de octubre tendrán una actividad en la explanada de Sans Soucí, “una actividad grande, donde caben siete u ocho mil personas, donde Anthony puede darse por completo a mucha gente”.

Luego agregó: “Ahora tenemos la bendición de que ya Anthony no se puede estar presentando en cualquier sitio porque ya la gente no cabe”.Incluso, a quien dude mandó a preguntarle a don Antonio Espaillat, el dueño de Jet Set, donde Anthony Santos anunció una actividad en el Jet Set faltando quince días y ya a los cuatro días no había espacio, y Don Antonio hizo una propuesta de hacer el martes, lo que nosotros consideramos que no era prudente”.

El artista, agregó, toca una actividad en exclusiva “y la hace bien porque Anthony te dura hasta seis horas tocando”. Hay artistas que doblan y hacen seis actividades en el día, insistió Ramírez, “pero van y hacen seis temas y se van huyendo para el otro lado”, contrario a su representado.

“Anthony te hace un set de doce de la noche hasta las tres de la mañana. A las 3:45 sube de nuevo y se baja a las 6:30”, expresó.

Entonces remató: “Un artista que haga eso no es posible que al otro día vaya a tocar una fiesta y se agrega que ya no somos muchachitos, ya Anthony es un hombre que cumplió cincuenta años de edad. Es joven pero no es lo mismo de cuando tenía veinte o veinticinco”.

SU TARIFA

Lo que cobra por fiesta es otro de los mitos sobre su carrera. Se comenzó hablando de 800 y 900 mil pesos y ya se habla del millón o hasta dos y tres.

“Anthony Santos tiene un precio. Todo depende. Somos un equipo de trabajo que evalúa las presentaciones. Si tú vas a presentar a Anthony en un lugar para mil personas, el artista y su equipo de trabajo que presido yo toma en consideración eso. Todo depende del viaje que haya que dar”, manifestó Ramírez, quien no se atreve a establecer montos de manera pública.

Desde hace 14 años Lenin y Anthony han estrechado una relación labral y amistosa, “en la que yo he aprendido bastante”.

“El Mayimbe” se lo robó a otras áreas profesionales de la vida, en las que Lenin tenía sus sueños sin pensar jamás que pararía como representante o manejador de un artista de estas dimensiones/complejidades.

“Lo que soy es ingeniero y administrador de empresas. Yo vengo a este mundo por una coincidencia, a él le gustó mi forma profesional y yo he hecho un híbrido con el trabajo académico y el trabajo artístico”, manifestó.

En ese sentido, se despoja de su característico silencio para proclamar que “por eso es que tú ves una pequeña diferencia conmigo, no para mal, porque hay muchos manager mucho mejor que yo porque son de la farándula, yo soy un enganchado a esto, pero yo le doy un matiz más de metodología, me plasmo más en la organización porque conozco de eso, de administración, tengo un post grado en administración financiera y veo a Anthony como una empresa, como un producto serio, no chabacano, no, aquí las cosas son organizadas”.

Lenin se siente apoyado por Anthony en todas las facetas de su vida y su trabajo.”Sí, él me ha dado todo el apoyo del mundo en ese sentido. Ya hay una hermandad. Yo lo veo como padre y él me ve como un hijo. Ya hay un ambiente de sinceridad, de comprensión, de reconocer cuando una cosa está mal de ambas partes”.

En su equipo él le tiene un sobrenombre a cada uno. A Lenin le llama el líder, así como a Tony Tejada en Mao le dice el patrón y a Diego Rodríguez en Santiago le tilda de monstruo.

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