SAN JUAN.- Otro fuerte temblor de magnitud 5.2 sacudió este miércoles a Puerto Rico.
La Red Sísmica de Puerto Rico (RSPR) informó que el movimiento ocurrió a las 11:36 de la mañana a una profundidad de cinco kilómetros (km), se ubicó a una distancia de 11.27 km al sur-sureste de Lajas y tuvo una intensidad máxima estimada de VI en Ponce.
Aunque el movimiento se reportó como fuertemente sentido a través de toda la isla, la RSPR descartó la posibilidad de que generara un tsunami.
Hasta las 11:00 de esta mañana la última réplica fuerte que se había sentido fue reportada por la RSPR en la mañana de ayer y tuvo una magnitud de 4.6.
En ese momento, el director de la RSPR, Víctor Huérfano, indicó que la actividad sísmica está dentro de los parámetros que estableció el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) en su pronóstico más probable para los próximos 30 días, tras el terremoto de 6.4.
A continuación los tres escenarios más probables que plantea el USGS en su último informe emitido el 14 de enero:
El escenario más probable es que las réplicas continúen disminuyendo su frecuencia durante los próximos 30 días, y que no ocurran más terremotos similares al de 6.4 que ocurrió el 7 de enero de 2020 (es decir, pueden ser de magnitud 6.0 o menos).
Algunas de estas réplicas de magnitud moderada (M 5.0+) podrían causar daños locales, especialmente en estructuras débiles. Los temblores de magnitud menor (M 3.0+) que ocurran en una profundidad llana se podrán ser sentidos por personas que estén cerca al epicentro.
Un escenario menos probable es que ocurra un terremoto de la misma magnitud que el de 6.4.
Esto se conoce como un “doblete”, cuando dos sismos fuertes de similar magnitud ocurren en tiempo y lugar cercano. Este sismo pudiese causar daños adicionales en la misma región y aumentaría la cantidad de réplicas.
Un escenario con mucho menos probabilidad, en comparación a los demás escenarios, es que los recientes terremotos pudiesen provocar un sismo muchomás fuerte que el de magnitud 6.4 que ocurrió el 7 de enero de 2020 (magnitud de 7.0 o más).
Aunque la probabilidad es poca, si este tipo de sismo fuse a ocurrir, tendría serios impactos en las comunidades aledañas. Un sismo de este tamaño también provocaría su propia secuencia de réplicas, y la frecuencia de sismos pequeños y moderados aumentarían nuevamente.