MOSCU.- La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, ha afirmado este 28 de marzo que Rusia y Venezuela no son provincias de EE.UU. y por eso Washington no tiene derecho a decirles cómo deben desarrollar sus relaciones bilaterales.
«En cuanto a las declaraciones del presidente y el secretario de Estado de EE.UU., vemos en ellas un intento arrogante de dictar a dos Estados soberanos cómo deben construir relaciones», ha reiterado la vocera, añadiendo que «ni Rusia ni Venezuela son provincias de EE.UU.».
Zajárova ha recordado que Moscú envió sus especialistas a Caracas en el marco de un acuerdo bilateral intergubernamental sobre la colaboración técnica-militar. «No hemos violado nada: ni acuerdos internacionales, ni legislación interna de Venezuela», ha reiterado, precisando que Rusia no «cambia el equilibrio de poder en la región» y «no amenaza a nadie».
Mientras que el Kremlin apoya la autoridad legítima, que fue elegida por el pueblo venezolano, EE.UU. lleva a cabo «una serie de acciones sistemáticas, dirigidas a la desestabilización de la situación» en el país latinoamericano. Entre las medidas en cuestión ha mencionado la imposición de sanciones contra el sector financiero, petrolero y de la producción de oro, intentos de entregar ayuda humanitaria «por la fuerza» y «actos de sabotaje» contra el sistema energético de la nación.
«Todo esto es una provocación intencionada del caos, de la disolución del Estado, como resultado de la cual puede no haber ganadores», indicó.
La vocera ha subrayado que Rusia sigue «brindando asistencia al Gobierno legítimo de este país para la estabilización de la situación política interna y solución de la crisis social y económica».
El presidente de EE.UU., Donald Trump, declaró este miércoles que «Rusia tiene que salir» de Venezuela y señaló que «todas las opciones» están abiertas para que eso suceda. Estos pronunciamientos se dan luego de que dos aviones militares rusos, con integrantes del Ejército de ese país, aterrizaran en Venezuela el pasado fin de semana, según relató una fuente de Caracas a la agencia RIA Novosti.
Por su parte, la Cancillería rusa comunicó que especialistas rusos se encuentran en territorio venezolano en concordancia con el tratado existente de colaboración técnica-militar entre ambas naciones, que fue firmado en el 2001.
Además, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, declaró que «antes de sugerir a alguien de irse de algún lugar, EE.UU. debe implementar su propio concepto de salida, en particular de Siria».
«Cinismo» e «hipocresía»
El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, había señalado a Washington por tratar de «interferir» en este programa de cooperación bilateral, al mismo tiempo que el país norteamericano tiene un gran número de bases militares en todo el mundo y «un presupuesto militar creciente» de más de 700.000 millones de dólares.
El ministro venezolano calificó este comportamiento de las autoridades estadounidenses de «cinismo» y expresó además su sorpresa por la «hipocresía» de algunos Gobiernos de América Latina, que mantienen en su territorio «buena parte» de las bases militares estadounidenses.